En los últimos años, las organizaciones han comenzado a valorar cada vez más la Motivación Intrínseca Laboral, impulsadas por los cambios en la sociedad y en las estrategias de gestión empresarial. En muchas organizaciones, se espera que los
empleados demuestren un mayor nivel de iniciativa y compromiso en su trabajo. Hoy en día, se reconoce que los incentivos extrínsecos, como el salario, las promociones y las prestaciones básicas, son insuficientes para fomentar este compromiso, especialmente entre una fuerza laboral más educada y con mayor libertad para tomar sus propias decisiones.
La motivación humana es un proceso psicológico que implica la activación, dirección y persistencia del comportamiento para alcanzar ciertos objetivos. En el contexto laboral, la motivación ha sido objeto de un extenso análisis, permitiendo distinguir entre dos tipos de motivadores: los “extrínsecos” y los “intrínsecos”.
- Los motivadores “extrínsecos” provienen del entorno y están relacionados con factores materiales y sociales
- Los “intrínsecos” surgen durante la realización del trabajo y dependen de las características del puesto y del propio trabajador.
¿Cómo lograr la motivación intrínseca laboral en la persona?
Existen diversas estrategias para fomentar y aumentar la motivación intrínseca en el entorno laboral. Tanto las recompensas internas como las externas son efectivas para incentivar a los empleados a disfrutar de sus tareas en la empresa. Es importante considerar que la motivación intrínseca se manifestará cuando el trabajador perciba su labor como significativa, cuente con alternativas para llevarla a cabo, sienta que le permite desarrollar nuevas competencias y sea consciente de los avances hacia el objetivo deseado.
Asimismo, la motivación intrínseca estará influenciada por los estados afectivos positivos o negativos del individuo, los cuales fluctúan según la calidad percibida en la ejecución de su puesto. En este sentido, un empleado experimentará motivación intrínseca si siente emociones positivas al desempeñar adecuadamente sus tareas, mientras que sentirá emociones negativas si su rendimiento es deficiente.
Te compartimos algunas estrategias para lograr esta motivación:
1.- Promover el desarrollo personal y profesional
La implementación de planes de capacitación es esencial. Estos planes deben ofrecer oportunidades para el desarrollo profesional, incluyendo cursos de formación, talleres y certificaciones que permitan al personal mejorar sus competencias y crecer tanto a nivel personal como laboral.
Además, la creación de planes de carrera personalizados puede facilitar que los empleados establezcan y alcancen metas profesionales claras dentro de la organización, lo que contribuye a que se sientan capacitados para crecer y superarse en sus funciones.
2.- Crear un entorno de trabajo positivo
- Reconocimiento. Implementar sistemas de reconocimiento para celebrar los logros y esfuerzos de los empleados.
- Trabajo en equipo. Construir un entorno de trabajo colaborativo y respetuoso, donde se valoren las opiniones y contribuciones de todos.
- Actividades de integración. Organizar actividades que fortalezcan los lazos entre los empleados y mejoren el espíritu de equipo y el sentido de pertenencia.
3.- Proporcionar retroalimentación constante
Los comentarios y la retroalimentación regular son fundamentales para fortalecer la autoconfianza y la seguridad de los trabajadores. Esto se puede lograr mediante la realización de evaluaciones de desempeño periódicas, que permitan ofrecer retroalimentación proactiva, así como la creación de una cultura organizacional en la que el feedback y la comunicación bidireccional sean elementos integrales del día a día.
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